*AQUÍ ESCRIBIRÉ LOS CAPÍTULOS DEL PRIMER LIBRO:

Extra:
Sus cabellos no paraban de agitarse por culpa del viento, un viento gélido y a la vez intenso. La travesía era larga y lo único que se podía llegar a ver era un largo trecho completamente congelado. Sus pies estaban helados y apenas los sentía, mientras, sus grandes abrigos con pieles le abrigaba con fuerzas, pero aún así seguía sintiendo frío. El camino cada vez se estaba haciendo más y más estrecho y la gran pendiente también completamente congelada, estaba más cerca. Sin darse cuenta, resbaló, cayó de espaldas y sintió que el hielo ascendía con suma tranquilidad por todo su cuerpo, clavándose en él, dejando emergir sangre cálida y finalmente dejándolo allí clavado por no mucho tiempo. El viento seguía siendo intenso y pronto aquella muerte torturadora y misteriosa sería cumplida, tan sólo unos minutos, y todo el reino que había construido se destruiria para siempre, todo.
Pudo elevar su brazo derecho, partiendo eso sí algunos trozos de hielo que simplemente el principio se quedó en el cuerpo de este. La toruradora muerte no se había cumplido, al fin y al cabo él no podía morir, con lo cual todo ataque masivo por parte de cualquier ser humano u otro ser sería en vano. Terminó por partir los trozos de hielo que estaban en el lado derecho de su cuerpo, pero antes de que se diera cuenta, una gran masa de hielo congelado lo sepultó y esa fue la única manera de alejarlo y dejarle sin poder volver a su reino y a su mal, dejándolo vivo pero paralizado, paralizado por aquel hielo mazico, resistente y helado.